Cañita Brava en Horteralia 2013

Desde que supe que  iría al festival de Horteralia 2013 acompañando a Cañita Brava en calidad de manager, me encontraba nervioso, tenía un nudo en el estómago, no podía dejar de contar los días que faltaban para reencontrarme con mi gran amigo  Manuel González, (Cañita Brava), que curiosamente se llama y se apellida como yo.  Para que me entendáis. Yo que siempre seguí su trayectoria  artística , ahora tenía la oportunidad de trabajar codo con codo con él gracias a La Factoría del Show.

Nos encontramos en Benavente  (Zamora) , donde él ya me estaba esperando en la cafetería de la estación,tomándose un Acuarius con una ración de callos o algo parecido (curiosa mezcla, ¿no creéis?) Los genios son así.

Le saludé e inmediatamente comenzamos nuestro viaje a Cáceres, ciudad donde se celebraría el festival. Por delante 340 km, noche cerrada y lluvia intensa… Había que tomárselo con tranquilidad.

En el viaje hablamos de todo un poco: del tiempo, de las actuaciones, del rodaje de Torrente 5,…Poco antes de llegar, llamamos a los organizadores para que nos dieran la dirección del hotel donde dormiríamos esa noche. El hotel al final resultó ser un camping, pero después del largo viaje, cualquier cosa nos venía bien. Repusimos fuerzas, unos más que otros, porque mi amigo Caña procura alimentarse bien. Como la digestión lleva su proceso, se le ocurrió que viésemos una peli de acción en la tele, de esas buenas, buenas. Y allí estaba yo a la una de la madrugada, viendo a Chuck Norris repartiendo leña.

La noche me deparaba alguna sorpresa más: el sonido del viento azotando el bungaló, los vecinos más jóvenes que llegaban de fiesta, los paseos nocturnos de Cañita al baño en gayumbos…

A la mañana siguiente, a pesar de las ojeras y los bostezos, después del desayuno comenzó la odisea de las fotos y los autógrafos, dentro y fuera del camping. Finalmente llegamos al lugar del evento. Allí nos esperaban los organizadores, que nos recibieron como se merecen las estrellas, con todos los honores. El trato fue exquisito.

Las tres de la tarde: hora de salir a escena. Cañita daba un último repaso al pregón de apertura del festival. Me acerqué y le dije: » Maestro, es la hora».  Se  levantó del sofá como el que no quiere la cosa, y se dirigió al escenario donde le esperaban sus fans. Fue apoteósico; el público se volvió loco: «Cañita presidente, Cañita presidente» gritaban.

Y llegó la hora de la despedida. Cañita Brava terminó su actuación. Le costó porque estaba en su salsa. La verdad es que se le ve que disfruta con su trabajo. Nos despedimos de la organización y volvimos por donde habíamos venido.

El viaje de vuelta fue tranquilo y ameno. Cuando nos quisimos dar cuenta,ya estábamos en casa. Último café con Cañita y hasta la próxima.

Me lo pasé genial, deseando volver a compartir vivencias con el gran Cañita Brava. Gracias, Lolo…

Como las despedidas nunca se me han dado bien, lo haré como lo hacía un amigo mío cuando terminaba su actuación: existen tres clases de éter, éter sulfúrico, éter clorhídrico, y éter minao

Buenas noches…

Manuel Gonzalez Alcalá – Director Comercial de La Factoría del Show.