10 discos que cumplen 20 años en 2018

Sí, has leído bien. 20 años. 20. Los 2010 están a punto de terminar, lo que quiere decir que hace dos décadas se pensaba lo mismo de los 90 y del milenio. En ese momento, un servidor no tenía ni dos años, por lo que estoy al borde de la generación millenial, que ha crecido con Internet, donde no se venden discos, los videoclips se ven en YouTube y apenas hay música en la televisión. El mundo ha cambiado por completo, y la música no iba a ser menos, sin embargo, si para bien o para mal ya es cuestión de gustos. Aunque, miremos el lado positivo: no se trata de los 2000.

Nirvana y el grunge de Seattle; el dream pop y shoegaze de bandas como My Bloody Valentine; la hegemonía del hip hop; las boy y girl bands; el indie en España… Si por algo se caracteriza la última década de los 1900 en cuanto a música es por su eclecticismo. Bueno, y porque si algo era digno de escuchar, era porque lo habías visto primero en la MTV. Todo parecía tener cabida, cualquier género, grupo o canción se podía convertir mainstream cuando menos lo esperabas. Y, para muestra, una selección de algunos álbumes que cumplen 20 años en 2018, todo temas que no pueden faltar en tu fiesta temática de los 90.

10 discos que cumplen 20 años en 2018

1. Britney Spears – Baby One More Time

Ya lo advertí, cuando digo que cualquiera podía triunfar era por algo. Quizá veas esto y te traiga infinidad de recuerdos de niñez o adolescencia, o solo pienses en lo hortera que fue vivir en una época con semejante himno. Pero lo cierto es que aquella Britney Spears de tan solo 17 años hizo reventar pistas de baile de medio mundo con este tema. En estos 20 años, el disco ha vendido entre 24 y 31 millones de copias por todo el mundo, y en su primera semana en Estados Unidos, 120.500. Nada mal para una época sin Spotify, Bandcamp o iTunes. Aunque, si hablamos de actualidad, el videoclip tiene más de 334 millones de visitas en YouTube ahora mismo.

 2. Lauryn Hill – The Miseducation of Lauryn Hill

Tras la separación de The Fugees, Lauryn Hill sorprendió a propios y extraños con este LP. 77 minutos bajo 14 temas que mezclaban desde soul a R&B. El disco no pudo tener mejor crítica en su momento, con más de 400.000 copias vendidas en su primera semana y 15 millones por todo el mundo a lo largo de estas dos décadas. En 1999 fue nominado a cinco premios Grammy, y fue galardonado con los cinco, incluido mejor álbum del año.

Pero, si no viviste estos años y no te suena Lauryn Hill, no te extrañes. Desde este disco debut, la cantante solo ha grabado un unplugged para la MTV en 2002, en la que solo estaban ella y su guitarra la mayoría del tiempo. A pesar de todo, fue álbum platino. Sin embargo, tras esa actuación, solo apareció para una efímera vuelta con The Fugees durante un año y alguna aparición en festivales como el Rototom Sunspalsh en 2014. Desde entonces decidió apartarse de los focos, al menos musicalmente.

3. The Smashing Pumpkins – Adore

El cuarto álbum de los estadounidenses y uno de los más polémicos, si no el que más. A pesar del éxito que tuvo entre la prensa, a los fans no les agradó tanto el cambio de estilo de Billy Corgan y compañía, lo que supuso el principio del fin de una de las bandas que más tuvo que decir en la década con la distorsión de sus guitarras por seña de identidad.

4. Cher – Believe

En casi cualquier recopilatorio de discos se podría incluir a Cher. Y es que la cantante norteamericana ha grabado la friolera de 26 discos a lo largo de toda su carrera, y eso que este Believe es el número 23, tan solo ha publicado otros tres desde entonces.

Y, entre tanto repertorio, es difícil destacar uno en concreto, pero este es uno de los más importantes. El single que da nombre al disco es una de las canciones más importantes de Cher, por lo que logró vender más de 15 millones de copias en todo el mundo.

Con él, la californiana hizo popular el uso de sintetizadores para la voz, como el Autotune, tan popular en estos días. Sin embargo, hace 20 años fue toda una revolución que levantó más de una ampolla en la industria. Tal es así, que algunos denominaron a este atajo como “efecto Cher”.

5. Placebo – Without You I’m Nothing

El segundo disco de la formación y su mayor éxito. Como se suele decir, con él definieron su musicalidad, dejando atrás los sonidos del anterior por unos ritmos más pausados y profundos. Y qué mejor manera de hacerlo que con David Bowie como colaborador para su single, con quien lo llegaron a tocar entre bambalinas, como se muestra en este vídeo grabado antes de un concierto en Nueva York en 1999.

 6. Extremoduro – Canciones prohibidas

Entramos en terreno nacional con uno de los clásicos de nuestro rock. Quizá uno de los discos menos reconocidos de la banda de Robe Iniesta, pero que marcaría el futuro de Extremoduro hacia un rock más trabajado y sinfónico, donde instrumentos de viento y cuartetos de cuerda ganarían importancia frente a la formación clásica de guitarra, batería y bajo. Un año después del directo Iros todos a tomar por culo, el grupo publica este Canciones prohibidas, que además incluye algunas de sus canciones más conocidas, como Golfa y Salir.

7. Los Planetas – Una semana en el motor de un autobús

Si hablamos de pop indie en España, puede que este sea EL DISCO. Sí, con mayúsculas. Tras cinco años de carrera y dos álbumes a sus espaldas gracias a concursos, Los Planetas viajan a Nueva York para grabar con Kurt Ralske, productor de su anterior LP: Pop. Sin embargo, se recurrió a Ralske por la incompatibilidad de Brad Wood, quien produjo el Adore de los Smashing Pumpkins y conocido por haber hecho lo propio con otros grupos como Placebo.

Con un Jota luchando por salvar al grupo, un Florent adicto a alguna que otra sustancia estupefaciente y un recién llegado Eric Jiménez a la batería, Los Planetas se sacaron de la manga doce temas donde se encuentran algunas de sus canciones más conocidas, como La playa o La Copa de Europa. Una hora de guitarras distorsionadas mientras las melodías de Jota se mezclan bajo las influencias del dreampop de la época. Todo un clásico.

8. La Oreja de Van Gogh – Dile al sol

La formación donostiarra se estrenaba hace dos décadas con este disco producido por Alejo Stivel. Con casi un millón de discos vendidos, la popularidad que arrastró la banda durante los años posteriores ha sido más que evidente. La Oreja de Van Gogh ha sido uno de los grupos de pop más sonados en las radiofórmulas españolas durante los 2000, especialmente hasta 2007, año en que Amaia Montero abandona la agrupación.

El 28, Cuéntame al oído, Soñaré e incluso una colaboración con Mikel Erentxun en Pesadilla forman parte del debut de La Oreja de Van Gogh. Una banda que lideró una nueva generación de bandas de pop español que aparecieron antes de la llegada de Operación Triunfo y el reggaeton a nuestras vidas.

10. Manolo García – Arena en los bolsillos

Otro de los clásicos del pop español. El excantante de El último de la fila estrenó carrera en solitario en 1998 con Arena en los bolsillos. El catalán acababa de dejar la banda, pero mantuvo el éxito gracias a este notable álbum. Pájaros de barro o A San Fernando, un ratito a pie y otro caminando son dos de sus mayores éxitos, y ambos encuentran bajo este Arena en los bolsillos. Se estima que vendió unas 900.000 copias.

10. Malú – Aprendiz

La cantante madrileña, tan popular en los últimos años gracias a sus últimos trabajos y su participación como coach en La Voz, debutaba hace 20 años con este Aprendiz compuesto por Alejandro Sanz. Fue uno de los despegues soñados para cualquier artista, con cinco discos de platino y 650.000 ventas cuando Malú tenía tan solo 15 años y el pelo rubio. Desde entonces, la artista madrileña ha publicado otros 14 álbumes de estudio bajo una extensa carrera plagada de éxitos.

En 1998 fue uno de esos años convulsos. Se fundó Google, Francia ganó en su país el mundial de fútbol y se lanzó Windows 98. Pero, además, fue un año de estrenos musicales. Se han destacado esos diez, pero bien se podrían haber seleccionado el debut en solitario de Fito con sus Fitipaldis tras la disolución de Platero y Tú, A thousand leaves de Sonic Youth o hasta el disco de versiones de Metallica. Pero es que hay más, desde PJ Harvey a Shakira, pasando por Robbie Williams, Pearl Jam o Manu Chao. Un año de catarsis donde casi cualquier género tenía cabida en las listas de éxitos y que anunciaba el fin de una década y el inicio de un nuevo milenio, donde la industria de la música cambiaría por completo.